Sigue durmiendo mi amado Jesús
Esta tormenta no hundirá mi barca
La marejada tiene su hermosura
Y el nubarrón es noble como príncipe.
Duerme mi Señor que al levantarte
Me conseguirás de pie frente al océano
No tienes que darme más milagros
Mi red está llena de ti.
Duerme un poco más mi Salvador
Déjame practicar la confianza
Todo lo tuyo permanece
El resto… se irá con la tormenta…
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